Nuestra salud y el bienestar de nuestro organismo han asumido una relevancia cada vez más importante en los últimos años. No sólo estamos más atentos a las señales que nos envía nuestro cuerpo, sino también a lo que ingerimos.

En este contexto, también ha aumentado la atención hacia los productos naturales; pero a veces puede haber conceptos que no están del todo claros, por ejemplo la diferencia entre nutracéuticos, remedios homeopáticos y fitoterapéuticos.

Veamos juntos qué representan estas tres categorías y cuándo pueden utilizarse.

Nutracéuticos

El término “nutracéuticos” se refiere a todos aquellos productos, más conocidos como complementos alimenticios, que están diseñados para apoyar las funciones fisiológicas normales del organismo.

Los nutracéuticos pueden contener diversas sustancias: desde vitaminas y minerales hasta extractos de plantas conocidas por sus propiedades y otras sustancias permitidas por el Ministerio de Sanidad. Dependiendo de las sustancias que contengan, su acción puede ser muy diferente: desde el apoyo al sistema inmunológico, al contraste de los trastornos de la menopausia, a la relajación y muchos otros.

Todos los complementos alimenticios entran en la categoría más amplia de alimentos y deben ser notificados al Ministerio de Sanidad y cumplir la legislación vigente en materia de seguridad alimentaria.

Remedios homeopáticos

Los medicamentos homeopáticos son todos aquellos remedios que reflejan los principios de la homeopatía. El principio básico en el que se basa la homeopatía es “Similia similibus curentur”  (Lo semejante se cura con lo semejante) y consiste en la administración en dosis muy bajas del principio activo que provocaría los mismos síntomas en una persona sana que en una enferma.

Los remedios homeopáticos pueden contener sustancias de origen mineral, químico, vegetal, animal o biológico altamente diluidas y “dinamizadas”. Esta dilución es la razón por la que los análisis a menudo no detectan el principio activo del remedio, que está compuesto casi exclusivamente por excipientes. De hecho, estos productos son medicamentos, pero no requieren receta médica.

Fitoterapéuticos

Los fitoterapéuticos, o más bien los medicamentos fitoterapéuticos, son a todos los efectos medicamentos para los que se requiere la aprobación de la AIFA (Agencia Italiana del Medicamento). Estos medicamentos tienen la característica de tener como principio activo una sustancia vegetal, en lugar de una molécula sintetizada químicamente, como es el caso de la mayoría de los medicamentos. Se venden exclusivamente en farmacias y parafarmacias y pueden estar sujetos a prescripción médica.

¿Cuándo uno y cuándo el otro?

No existe una respuesta única a esta pregunta. La elección del producto más adecuado depende del tipo de trastorno que sufra cada individuo, de su intensidad y de las características específicas de la persona.

Lo que sí podemos destacar es la importancia de acudir siempre a profesionales a la hora de elegir el producto más adecuado para las necesidades de cada individuo.

Los fitoterapéuticos, como medicamentos, solo pueden ser recomendados por un médico (si son recetados) o un farmacéutico (si son de venta libre).