¿Eres una de las muchas personas que últimamente encuentran muchos pelos en la almohada, el cepillo o el suelo?
En primer lugar: ¡que no cunda el pánico!
Cada día perdemos una media de 50 a 100 cabellos, así que seguramente tu pérdida es fisiológica.
No te preocupes, algo se puede hacer, descubramos juntos algunos trucos para mantener tu cabello fuerte y bonito.
Primavera y otoño, las estaciones enemigas del cabello
“No pasa nada por perder más pelo en primavera, ¿qué te preocupa?”. La clásica frase que te oyes repetir en cada cambio de estación, pero ¿te has preguntado alguna vez por qué?
Las creencias populares a menudo tienen una base, y es también en este caso. Durante el periodo primaveral, el cabello se somete a un proceso de renovación que provoca su caída en primer lugar. Se trata de un proceso natural para dar paso a nuevos cabellos, que finaliza al cabo de unos meses.
Lo mismo se observa en otoño, en cuyo caso la explicación es de carácter antropológico. Según algunos estudiosos, se trata de un legado heredado de los mamíferos primitivos, ya que la parte superior de la cabeza es comparable al pelaje de los animales. Por eso, durante el cambio de estación, esa zona es más propensa a la muda.
Pérdida de cabello: la ayuda empieza desde dentro
A menudo tendemos a trabajar solo en el cabello en sí, sin embargo la primera ayuda para nuestro cabello comienza con lo que comemos. Sí, existen sustancias que favorecen el bienestar de nuestro cabello, por eso es útil complementarlas con la dieta.
Cuando esto no es posible, los suplementos acuden en nuestra ayuda. Las sustancias más adecuadas son:
- Algunos aminoácidos: en particular la L-cistina y la metionina. De hecho, el cabello está formado principalmente por queratina, una proteína especialmente rica en aminoácidos azufrados, como la Metionina y la L-cistina. Los aminoácidos azufrados también están presentes en la carne y el pescado, pero son deficientes en las legumbres, que a menudo se utilizan como fuente alternativa de proteínas.
- Entre las sustancias de la tradición herbolaria, sin duda merece una mención el mijo, que favorece el bienestar de las uñas y el cabello. El mijo es un cereal sin gluten, rico en fibra dietética, proteínas y con un buen aporte de minerales, entre ellos fósforo, hierro y potasio.
- Vitaminas y minerales: mantener el bienestar del cabello requiere una ingesta adecuada de micronutrientes. El selenio, por ejemplo, permite mantener un cabello sano, mientras que el cobre contribuye a mantener el color del cabello. Entre las vitaminas del grupo B, la biotina es útil.
¿Qué más puedo hacer?
- Reducir el estrés: todos sabemos que el estrés es el enemigo de nuestro cuerpo, pero ¿cuántos de nosotros hacemos realmente algo para reducirlo? Quizá haya llegado el momento de actuar, hasta tu cabello te lo está diciendo.
- Combina lociones que actúan directamente en la raíz del cabello, fortaleciéndolo. Elige lociones que no solo fortalezcan el cabello, sino que también mejoren su aspecto.
- ¡No es cierto que para reducir la caída haya que lavarse muy poco el pelo!
Puede que estemos desmontando un mito, pero este consejo no siempre es correcto, al contrario, lavarse el pelo con poca frecuencia puede suponer el riesgo de que el exceso de sebo engrase el cabello y dificulte su correcta circulación. Encuentra el champú adecuado para tu cuero cabelludo, que respete su pH, y lávalo con la frecuencia adecuada.
- Tu pelo también necesita respirar. De hecho es muy útil para mejorar la oxigenación del cuero cabelludo, incluye masajes específicos del cuero cabelludo en tu rutina de cuidado capilar, movimientos circulares a lo largo de toda la cabeza, por ejemplo, mejoran la circulación.
Pérdida de cabello: incluso un poco de paciencia
La paciencia y la perseverancia deben ser tu nuevo mantra. No esperes mejoras en pocas semanas, el cabello tiene su tiempo. Ser constante durante al menos tres meses consecutivos, el ciclo de vida del cabello.
Si a pesar de todo esto no notas ninguna mejoría, puede tratarse de un problema que necesite un tratamiento específico con un especialista, acude a un tricólogo.
Curado por la Dra. Laura Rubini